Hola chic@s, hoy, 30 de Octubre, tenemos que recordar al poeta MIGUEL HERNÁNDEZ, ¿sabéis por qué?, pues porque si viviera sería su cumpleaños número 100. Miguel Hernández nació en Orihuela en 1910, y murió en 1942, a los 32 años, era muy joven, ¿no crees?.
¿Sabéis a qué se dedicaba?, pues era pastor de cabras, y allí, mientras cuidaba de su rebaño, comenzó a escribir sus primeras poesías. Luchó en la guerra civil, y fue condenado a muerte, aunque al final conmutaron este castigo por 30 años de cárcel que no llegó a cumplir puesto que se murió por una enfermedad mucho antes.
Os dejo dos de sus poesías más conocidas, las “Nanas de la cebolla” y “Aceituneros”, y un vídeo donde podréis escuchar “El sol, la rosa y el niño”. Por cierto, hay un libro de la editorial Susaeta llamado “Miguel Hernández para niños”, por si te interesa leer algo más sobre este autor
NANAS DE LA CEBOLLA
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarcha de azúcar
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso
ACEITUNEROS
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento
¿Sabéis a qué se dedicaba?, pues era pastor de cabras, y allí, mientras cuidaba de su rebaño, comenzó a escribir sus primeras poesías. Luchó en la guerra civil, y fue condenado a muerte, aunque al final conmutaron este castigo por 30 años de cárcel que no llegó a cumplir puesto que se murió por una enfermedad mucho antes.
Os dejo dos de sus poesías más conocidas, las “Nanas de la cebolla” y “Aceituneros”, y un vídeo donde podréis escuchar “El sol, la rosa y el niño”. Por cierto, hay un libro de la editorial Susaeta llamado “Miguel Hernández para niños”, por si te interesa leer algo más sobre este autor
NANAS DE LA CEBOLLA
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarcha de azúcar
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso
ACEITUNEROS
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento
EL SOL, LA ROSA Y EL NIÑO